Tal como indiqué la semana pasada cuando abrí este blog, aparte de mis artículos semanales de los lunes, incluiré textos que considero de gran valor y que se publican en distintos medios. Comienzo con este texto de Ramón Tejada Holguín acerca del papel de las organizaciones de la sociedad civil, contrario a lo que él afirma pienso que estos 7 retos no son coyunturales, más bien son parte de la naturaleza misma de una organización que se defina como parte de la sociedad civil. (DAM)
Siete retos civiles
Ramón Tejada Holguín es ciudadano
ratehol@gmail.com
“El Caribe del 10 de agosto de 2010”
Con humildad presento lo que pueden ser los 7 desafíos que tienen las organizaciones de la sociedad civil en la actual coyuntura.
1: Alejarnos del “proyectismo”. Las organizaciones necesitan sus propias estrategias de intervención, pero hay quienes participan cuando hay "proyectos" financiados.
2: Es bueno hacer sinergia con el Estado, pero hay que alejarse del peligro de caer en el “consultorismo”, es decir, evitar que la participación en los mecanismos consejos y comisiones sea una forma de conseguir consultoría de parte de organizaciones no gubernamentales.
3: Abandono de la manía concupiscente del consenso y el “tó debemos estar juntos”. Hay áreas de coordinación como la anticorrupción, pero no en todo se debe estar juntos. Hay la necesidad de articulación de “tanques de pensamiento” de los sectores más excluidos y que ayuden al diseño de estrategias. ¿Qué organización política les representa, y cuáles tienen más oído para el mundo empresarial y de los sectores medios?
4: Resignificar lo político. Una tendencia peligrosa, dentro de las organizaciones de la sociedad civil, es el desprestigiar a la actividad política y creer que la buena participación se hace desde las esferas civiles, mientras que lo malo se encuentra en el mundo político. El universo de las organizaciones políticas y el de las organizaciones civiles se alimenta de seres socializados en la sociedad dominicana. Hay buenos y malos en todos lados.
5: Trascender la visión de que necesitamos más reformas institucionales, como si requiriéramos más leyes que engrosen las filas de los papeles que no se cumplen, ni se cumplirán. Usemos lo que hay: Ley de función pública, Ley de acceso a la información, Ley de presupuesto, Ley de compra y contrataciones del estado, decreto que crea las comisiones de auditorías sociales, Ley que establece el sistema nacional de planificación, entre otras.
Las organizaciones civiles y sus representantes hemos participado de una u otra forma en el debate sobre ellas. Algunas leyes apenas se cumplen, otras se violan sistemáticamente, y a pocas les hemos dado un seguimiento constantes, o “gardeo a presión”, como se dice en el basketball. Dejemos de pedir nuevas leyes y dediquémonos a hacer que se cumplan las existentes.
6: Necesitamos un diagnóstico claro, sin temor, no complaciente de la sociedad, del tejido social, del sistema político clientelar, y de las organizaciones civiles en general.
7: Finalmente tenemos el desafío de concentrar nuestras fuerzas, no seguir dispersos y quejándonos de que el otro no quiere aceptar que nuestra idea es la mejor, sin darnos cuenta que somos el otro de ese otro. Hay que dialogar entre nosotros, pero, tomando en cuenta lo diverso y plural de la sociedad civil. Muchas veces en el seno de los debates dentro de las organizaciones civiles decimos, “nosotros esto”, “nosotros aquello”, pero no nos interrogamos seriamente ¿de qué nosotros hablamos?
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