lunes, 16 de agosto de 2010

Una sola especie

Por David Álvarez Martín


La genografía está ayudando a comprender como nuestra especie fue poblando paulatinamente todo el planeta y cómo las diferencias fenotípicas entre los diversos pueblos que habitan la tierra son en extremo recientes. Hasta donde sabemos los homo sapiens debutamos como existentes hace unos 250,000 años, poco tiempo si consideramos que los homínidos han dejado rastros que datan de hasta 6 y 7 millones de años. Pero si los homo sapiens somos en extremo nuevos en relación al grupo animal al que pertenecemos, más aguda es la relación del surgimiento de nuestra especie en relación a la existencia de la vida en nuestro planeta, que según los estudios está demostrada en cerca de 3,000,000,000 de años, posiblemente más.
De ese cuarto de millón de años como especie que llevamos existiendo unas primeras 4/5 partes las vivimos en el centro y sureste del continente africano, vale decir unos 200,000 años. Únicamente en los últimos 50,000 años comenzamos a desplazarnos hacia el continente euroasiático y luego hacia el continente americano, generando la diversidad de rasgos fenotípicos que observamos y por supuesto la rica variedad de culturas, lenguas y tradiciones. Somos una única especie, las diferencias son mecanismos elementales de adaptación.
En los últimos cuatro mil años, fruto de los procesos de conquista y colonización de unos pueblos sobre otros a escala global, el proceso de mestizaje se intensifico, prácticamente la inmensa mayoría de los seres humanos tiene una herencia genética que es fruto de complejas mezclas de pueblos y grupos humanos. Con la globalización ese proceso seguirá profundizándose.
Esta perspectiva del origen y desarrollo de nuestra especie humana nos permite superar todas las tonterías que se han predicado sobre la superioridad racial de unos seres humanos sobre otros, ni los prejuicios que se han alentado sobre el mestizaje o el mulataje. Los seres humanos somos una sola especie con los mismos talentos y capacidades, sin importar el color de la piel, tipo de cabello o altura. La integración de individuos con diversos rasgos y provenientes de diversos pueblos, como ocurre en pueblos que atraen la emigración o grandes ciudades del planeta, es un mecanismo de riqueza genética que contribuye a ir forjando una unidad planetaria en base a la interacción de los diversos rasgos y por supuesto la combinación de los elementos culturales que sus miembros traen de sus pueblos.

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